lunes, 30 de agosto de 2010

PRÓLOGO

                       


            Hace 9 años


No dejaba de mirarla por el retrovisor del auto, era Noviembre y regresaban de una fiesta de Halloween.
Charlotte odiaba que sus padres la sobreprotegieran tanto, ella quería ser independiente, tenía 15 años.
Le había pedido permiso a su padre para ir a la fiesta de disfraces en casa de su amiga Sandra, pero  solo le permitió quedarse hasta las doce de la madrugada, y acordaron ir por ella a esa hora.

La familia James regresaba a casa, no estaban muy lejos. Sandra, su amiga, vivía a solo unas diez cuadras de su casa. ¿Cuál libertad? siempre pensaba ella.
-Charlotte, sabes que me duele más a mi no dejarte que te quedes más tiempo. Sabes muy bien la regla de la casa y no hay excepciones.-Miraba por el retrovisor su padre, ella estaba de brazos cruzados,  molesta, y tenía una expresión de tristeza y enojo en su cara.
-Eres nuestra única hija, sabes que tenerte fue muy difícil y te amamos demasiado como para permitir que te pase algo corazón.-Su madre intentó tocar su mano, ella solo la rechazo y volteó hacia la ventanilla sin decir una sola palabra.
-Algún día comprenderás cuanto te amamos y porque te cuidamos tanto.-Su mamá le dio una breve sonrisa y regreso su mirada al frente.

Dejaron de hablar, se sentía una hostilidad en el aire, no había ya más por decirles ellos no entendían como se sentía ella con esa falta de libertad. Ella solo se quedó mirando por la ventanilla, con la mueca de enojo.

Estaban a cinco cuadras de llegar a casa, y cambiaba el semáforo de rojo a verde en la calle Marion en la ciudad de Brooklyn, su padre piso el acelerador  y de la nada un autobús se atravesó por el lado izquierdo. Charlotte  vio por última vez la preocupación de sus padres en su mirada.

Horas despues...
-Es la única sobreviviente del accidente, no encontramos al conductor que los impactó. Tiene sólo algunos rasguños en la cara, la llevaremos a observación para ver si no tiene algún trauma cerebral.-Escuchaba aquellas voces a lo lejos, como si no se encontrara en ese lugar.
-Sus padres no sobrevivieron, que pena me da por ella es solo una niña. Fue un impacto fuerte, al parecer el otro conductor iba a exceso de velocidad y se pasó el alto. Destrozó la cabina por completo, ellos murieron al instante. Es un milagro que ella no tuviera ninguna fractura.-Comentaba uno de los enfermeros en la habitación de observación en donde se encontraba Charlotte .

Despertó, al escuchar que tocaban a la puerta. Se abrió la puerta y entró un Doctor con una enfermera.
-Hola señorita James, soy el Doctor Lewis Johnson.-Se acercó y con su lámpara hizo una serie de movimientos cerca de los ojos de Charlotte.
-Esto es para ver tus reflejos, y el movimiento de tu pupíla, veo que están en perfectas condiciones. Es un milagro que no tuvieras ninguna fractura o trauma cerebral, con el impacto que tuviste.-Se levantó y movió el suero que la alimentaba, cerrando la válvula que permitía el paso.
-Estas en óptimas condiciones señorita así que mañana serás dada de alta, y podrás irte con tú Tutor.
Charlotte lo observó y se asombró por lo que había dicho.
-¿Mi tutor?, sé que mis padres no sobrevivieron- Una lágrima rozo su mejilla y su cara cambió.
-Siento mucho lo que pasó pequeña, tus padres tenían un plan B en caso de que te quedaras sola, ha venido tu tutor.-Se escuchó como tocaron la puerta.

El Doctor la abrió y entró un hombre, aparentaba los 45 años de cabello largo y amarrado hacia atrás de color marrón y con una mata de canas que ya salían en la raíz, daba un aspecto de otra época o al menos eso pensó ella. Sintió un breve reconocimiento de quien era al mirar sus ojos de color grisáceos y con un destello de tristeza notorio. Sólo lo había visto una vez, cuando tenía 7 años, él se había atravesado en su camino de juego y le brindo una linda sonrisa mientras entraba por el vestíbulo de su casa.
Aquel sujeto la observó fijamente y mostró una cara de comprensión del dolor que ella sentía, pues él era lo más cercano a una familia que ella tenía.
-Hola señorita James mi nombre es Fernando Conlan, y he traído al Notario para que lea el Testamento de tus padres.-Por la puerta entró un señor vestido formalmente, con unas hojas en sus manos.
- Buenas tardes señorita James. Con el más debido respeto vengo a leer la voluntad de sus padres y le doy mi más grande pésame.-
Cada vez que mencionaban a sus padres recordaba la tonta discusión, no pudo decirles cuanto los amaba, y en lugar de eso  los rechazó por su capricho y su egoísmo.
-Comenzaré con la lectura del testamento de sus padres. Teniendo en cuenta que se encuentran las personas correspondientes.

“Hija sabemos que este día llegaría,  es una desgracia que te faltemos y no te veamos crecer. Antes que nada perdónanos si te hicimos daño te amamos demasiado”…-hizo una pausa.-¿Puedo proseguir?.-Ella ascendió con la cabeza y sus lagrimas brotaron sin cesar.
-“Es normal que te sientas enojada, porque jamás te hablamos de la familia, y no queremos que sepas aún de ella, cuando cumplas los veinticinco años sabrás toda la verdad, de eso se encargara el señor Fernando Conlan, él ha sido como un hermano para nosotros y por eso te hemos dejado a cargo de él.
-Será tu tutor y tu albacea, en cuanto la herencia  que te hemos dejado. Cuidará de ti hasta que cumplas los 18 años y puedas saber administrarte adecuadamente.”.-Hizo una pausa para que ellos tomaran la información y firmaran el papel que llevaba consigo.
-Prosigo con la lectura;”Vivirás en Boston en una casa que será para ti cuando cumplas los 18 años, y vivirás con el señor Fernando hasta que se cumpla lo mismo. Él se encargara de todo y de tu educación.
-"El dinero está en fondos qué aún no tienen una cifra específica, las empresas de la familia  aún siguen generando ganancias. El señor Fernando llevará a cabo la administración de ellas, hasta que cumplas los veinticinco años.”-Termino de leer una parte y prosiguió con lo último.

-Señorita Charlotte James Corel es usted ahora la única heredera de la fortuna Familiar. Y se debe cumplir con la voluntad de sus padres.- Terminó de hablar por completo.

Solo mostró una cara de tristeza, aún muertos sus padres no habían dado una respuesta sobre la falta de información de su procedencia familiar. Solo sabía que ellos la habían creado con amor y que era su única hija, nada más; ni abuelos, ni tíos, ni nadie. Era como si se los hubiera tragado la tierra. Y solo, hasta ahora sabia de un amigo que era como de la familia.

Había transcurrido el mes, estaba acostumbrada al silencio de la casa. Era de un estilo clásico y antiguo muy fría no habían fotografías solo cuadros pintados y adornos en color oro. Extrañaba su casa en Brooklyn era más acogedora y siempre había una luz cálida.Boston no era muy diferente, el clima era igual aunque podía acostumbrarse. La pérdida de sus padres había provocado que sus costumbres cambiaran.
Habia estado preguntandole al señor Conlan pero no conseguía información , aunque era amable y le brindaba todo el apoyo posible, aun era muy distante de ser su familia.



                                     

                                                                  
                                                                     

2 comentarios:

  1. Me esta gustando, seguire leyendo hasta saber que hara a sus 18 =O

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  2. Bueno me parece muy bien tener una lectora, jeje, la historìa se seguirà publicando y ojalà les agrade a todos.

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Pueden comentar esta entrada, aunque tarde un poco en regresar a escribir ojalá y pueda seguir escribiéndola.